Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

30 mar 2019

María Moliner, maña...................................... Luis Alegre

La RAE rechazó a María Moliner, cómo no. 

Demasiado roja, demasiado artista, demasiado indomable. Demasiado mujer.

María Moliner
María Moliner, una de las primeras mujeres universitarias españolas.

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El 30 de marzo de 1900, 38 días después de que en Calanda, Teruel, naciera Luis Buñuel, en Paniza, Zaragoza, vino al mundo María Moliner, otro ser muy extraño nacido en Aragón. 
No dejó de protagonizar rarezas.
 Cuando su padre les abandonó y huyó a Argentina, ella, casi una niña, se puso al frente de la familia para sacarla de la miseria.
 A los 21 años se licenció en Historia, en un tiempo donde una chica universitaria era un bulto sospechoso.
 Se empapó del espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, colaboró con las Misiones Pedagógicas de la Segunda República y comprendió la urgencia de inyectar educación y cultura en la España profunda para que este país tuviera algún remedio.
 Pero no lo tenía: ella fue denigrada por el franquismo en la posguerra.

 En su DNI pondría que era archivera o bibliotecaria, pero lo que la encumbró fue una delicia lingüística: el Diccionario de uso del español. 

 Se volcó en él durante 15 años. 

Esa María es la que retrataba la ópera que se estrenó en Madrid. 

Era brava y obstinada hasta extremos cómicamente baturros. Admitió que si no hubiera sido tan tozuda nunca habría concluido su tarea.

 Abría una ficha para cada vocablo y las acumulaba en una caja de zapatos

 Mantenía los ojos y los oídos muy atentos para absorber los matices y la riqueza de las palabras, que ella definió con finura y, a menudo, con un salero que dejaba en ridículo la solemnidad del diccionario de la Real Academia Española. 

Esa institución la rechazó entre sus miembros, cómo no. Demasiado roja, demasiado artista, demasiado indomable. Demasiado mujer.

Agradecidos.......................................... Boris Izaguirre

Las imágenes de Carlos y Camilla demuestran lo bien que sienta el estilo colonial.

Carlos de Inglaterra y su esposa Camilla, en La Habana esta semana.
Carlos de Inglaterra y su esposa Camilla, en La Habana esta semana. REUTERS
Estoy en desacuerdo con la petición del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al Rey de España, exigiendo que se disculpen por lo acaecido en la conquista de México hace 500 años. No nací mexicano sino venezolano, pero desde muy pequeño, cuando veía esas imágenes en el libro de Historia de los conquistadores atravesando nativos con sus lanzas y agarrando mujeres entre sus gruesos antebrazos rubios, renegaba de esa manera de conocerse tan poco seductora.
 Pero luego mi padre me contó que, al menos en el Orinoco, se trató de un “encuentro de culturas con un explosivo contenido sexual: los españoles, cuando vieron a las nativas desnudas y bañándose en el río, descubrieron que sin tetas ya no había paraíso”. 
A lo que después agregaba: “Y las nativas, cuando vieron a los españoles sin las armaduras, descubrieron armas desconocidas para ellas”.

López Obrador debería hablar con mi padre. 
Su visión ayudó a que yo considere la conquista y la colonización como algo que ha abierto mi mente. 
Y, sobre todo, me ha regalado un idioma estupendo en el que escribir, soñar y también seducir. 
No podría sobrevivir en guaraní perdiéndome el riquísimo mundo de los adjetivos en castellano.
 Quizás porque me imaginaba lo de López Obrador, he empezado a tener un sueño recurrente en el cual estoy sentado entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en una cena de Estado e Isabel empieza una conversación preciosa en español y yo, incompresiblemente, le respondo en guaraní. 
Vargas Llosa me pregunta qué me está pasando y yo continúo hablando en guaraní y entonces Preysler me ofrece agua y pide ayuda médica.
Entonces me despierto sudoroso y mi marido me dice: “Otro mal sueño en guaraní”. 
Es asustante. López Obrador y su esposa historiadora deberían plantearse lo de la disculpa de otra manera.
 Está bien reconocer que la relación cogió a todos y todas por sorpresa y empezó un tanto violenta, pero es que nosotros, los colonizados, somos pelín violentos y con facilidad asumimos una posición de víctima que intenta excusar lo que nos sale mal responsabilizando a otros. 
A mí todavía me pasa. Yo atajaría este desencuentro cantando en el Teatro Bellas Artes de Ciudad de México: “Agradecida y emocionada, solo puedo decir: ¡Gracias por venir!”

o decir: ¡Gracias por venir!”

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en México, el pasado martes. 
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en México, el pasado martes. AFP
Mientras López Obrador y su esposa agitaban la política española con su ocurrencia, Letizia y Felipe VI viajaban a Argentina, lo que antes fue el virreinato de La Plata, donde fueron tratados como reyes.
 Aunque la visita real empezó con una hora de retraso porque no encontraban una escalerilla adecuada para el avión de nuestra Fuerza Aérea. 
Al parecer, el avión resultaba demasiado grande y alto y tuvieron que traer la del avión presidencial argentino para que los Reyes descendieran.
 Cosas que pasan entre monarquías y repúblicas y que siempre resuelve una escalera.
 Bien es cierto que la única monarquía reinante en Latinoamérica es la de las reinas de belleza, que son coronadas mediante votación popular y supone una escalera social por la que las más afortunadas pueden subir y bajar con gracia.
 Aunque graciosa, a Theresa May no le ha funcionado ninguna de sus estrategias para defender el Brexit.
 Mientras May naufragaba y López Obrador gesticulaba, Carlos y Camilla, los duques de Cornualles y herederos de la corona británica, navegaban en un Caribbean Royal Tour, que no es el nombre de un crucero sino la de la gira oficial por las islas del Caribe
 El gobierno británico llama a estas visitas una demostración de “poder suave”, que es el que manejan los herederos de la corona. La gira caribeña del príncipe de Gales compite directamente con la que hizo su hijo Enrique con Meghan por Oceanía.
 Las imágenes de Carlos y Camilla bañándose en las aguas de Barbados dan mucho rollo, enseñándonos que a partir de los 70 también hay actitud en la arena. 
Y que el yodo reactiva y mejora cualquier articulación. Allá en La Habana, el príncipe Carlos recuperó el caqui para la atmósfera colonial y relajada en la que aristócratas y revolucionarios compartieron el cóctel oficial.
 Es que López Obrador debería ver las felices fotos hechas en Cuba y reconocer que, pese a todo, y sin caer en exotismos facilones, el estilo colonial sienta muy bien.
 Y darse cuenta de que en Cuba, cuna y meca de la revolución izquierdista latinoamericana, no le hacen ningún asco a las coronas ni a los príncipes.
 Presidente, nada de disculpas, sino un picante: ¡Gracias por venir!

 

El legado roto de Adolfo Suárez

Cinco años después de su muerte, la familia del expresidente está dividida.

adolfo suarez
Alejandra Romero y Adolfo Suárez. EUROPA PRESS

 

El regreso a escena de Mecano.........................Maite Nieto...

Un disco homenaje, una biografía y los proyectos personales de Ana Torroja, José María y Nacho Cano les devuelven a la actualidad mientras sus 'fans' aún esperan su retorno.

 

Contraportada del disco 'Ana Jose Nacho', que se editó en 1998.
Contraportada del disco 'Ana Jose Nacho', que se editó en 1998.