Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

23 ene 2018

Cómo Nicolas Cage ha dilapidado su fortuna

Varias casas, una mansión embrujada, un fósil de dinosaurio y coches de lujo son los caprichos más extravagantes del actor que acepta ahora cualquier papel para saldar sus deudas.

El actor Nicolas Cage.
El actor Nicolas Cage. Danny Moloshok/Invision/AP

Nicolas Cage, de 54 años, ha sabido disfrutar del éxito y el prestigio que le brindó Hollywood en sus mejores tiempos y ha vivido como un auténtico rey gracias a la fortuna que fue cosechando.
 A lo largo de este tiempo, el actor ha adquirido desde 15 casas, entre las que se encuentra una mansión embrujada y un palacio en Las Vegas, pasando por un cráneo de un dinosaurio, varios coches de lujos y animales exóticos.
 Ahora, el ganador de un Oscar por Leaving Las Vegas vive sus horas más bajas aceptando excéntricos papeles en películas no tan vitoreadas por el público para hacer frente a sus deudas.

Cage ha visto reducido su patrimonio de 150 millones de dólares a 25 millones y, según desvela Daily Mail, los impuestos de todas sus propiedades superan la cantidad de 14 millones de dólares. Repasamos algunas de las compras más extravagantes del actor.
Llegó a tener hasta 15 casas. En un momento dado, Cage llegó a ser propietario de 15 casas, incluida una casa de 25 millones de dólares frente al mar en Newport Beach (California); una finca rural de más de 15 millones en Rhode Island; y una residencia de más de ocho millones en Las Vegas.
 El actor también adquirió en 2006 la mansión LaLaurie en Nueva Orleans por casi cuatro millones.
 Según cuenta la leyenda, esta casa pertenecía a una asesina en serie de la alta sociedad, Madame LaLaure, que torturaba y mataba a sus víctimas en el siglo XIX.
 Otras propiedades que compró Cage incluyen un chalet en Aspen (Colorado) y varias casas en San Francisco, Nueva York y Venice Beach.

Fachada de la mansión de Madame LaLauire en Nueva Orleans que adquirió Nicolas Cage en 2006. 
Fachada de la mansión de Madame LaLauire en Nueva Orleans que adquirió Nicolas Cage en 2006.
Cráneo de dinosaurio. Cage adquirió en otra subasta un fósil de una cabeza de dinosaurio de más de siete millones de años de antigüedad en Beverly Hills (EE UU) en 2007, en la que fue descrita como una feroz puja contra otro de los mayores coleccionistas de Hollywood, Leonardo DiCaprio
El precio final llegó a 246.000 euros. 
 El cráneo resultó ser una pieza robada por un paleontólogo de Mongolia y, finalmente, el actor tuvo que devolverlo al gobierno.

Cabezas reducidas de pigmeos. 

Parece que el intérprete de 60 segundos tiene cierta predilección por las cabezas pues, según, algunas personas que han podido visitar la mansión del actor aseguran que Cage tiene varias Tzantzas, el nombre que reciben las cabezas reducidas de pigmeos, como parte de la decoración.

Primer ejemplar de 'Action Comics'. 
Primer ejemplar de 'Action Comics'.
Cómics. Cage tenía una colección de cómics por valor de más de 1,6 millones de dólares, incluido el primer número de Action Comics, en el que figura la primera aparición de Superman y que se editó en 1938, y por el que parece que el actor pagó hasta 150.000 dólares por este ejemplar. 
También era dueño de Detective Comics 38, el libro en el que se presentó a Robin, el inseparable compañero de Batman.
 En 2000, Cage denunció a la policía de Los Ángeles que le habían robado ambos cómics, que conservaba colgados en su pared y protegidos por marcos de seguridad.
 Once años después un hombre encontró el ejemplar de Superman en una consigna abandonada en la localidad de San Fernando Valley, en Los Ángeles y fue vendido en otra subasta por más de dos millones de dólares.

Animales exóticos. La pasión del intérprete de La búsqueda por los animales exóticos comenzó ya al principio de su carrera.
 Cage posee dos cobras albinas que compró por 270.000 dólares y un pulpo gigante por 150.000 dólares. 
Según los rumores, el actor también poseía un tiburón que guardaba en la piscina olímpica de su mansión de Los Ángeles y un cocodrilo.
 Con este último animal, el actor aseguró en una entrevista que había llegado a compartir cama
La tumba pirámide de Nicolas Cage en Nueva Orleans.
La tumba pirámide de Nicolas Cage en Nueva Orleans.
Tumba pirámide. El actor mandó construir una tumba en forma de pirámide en el cementerio de Nueva Orleans, cerca de su mansión embrujada, con una inscripción en latín en grande donde se puede leer “Omnia ab uno” (Todos somos uno).
El Lamborghini del Sha de Irán. Cage compró en una subasta el Lamborghini propiedad del Sha de Irán Mohammad Reza Pahlavi por 450.000 dólares en 1997, tras sus éxitos en las películas Con Air y Cara a cara.

 

Sharon Stone: “Me siento muy, muy orgullosa de llegar a los 60”

La actriz protagoniza la serie 'Mosaic', dirigida por Steven Soderbergh.

Para el director Steven Soderbergh, la protagonista de Mosaic es una mujer que “polariza las moléculas” cuando entra en una habitación
. Obviamente, pensaba en Sharon Stone para el papel.
 De hecho, llamó Sharon al personaje hasta que la actriz dijo sí y le cambió el nombre por Olivia Lake.
 Siempre provocadora, el trabajo de Stone en esta serie de seis episodios, disponible desde hoy en HBO, supone su regreso en primera línea a la pantalla tras años alejada de los focos por motivos familiares y de salud.
 “Cuando uno se acostumbra a vivir en el estrellato, todo está muy oscuro si los focos dejan de alumbrar”, dice a EL PAÍS
Su honestidad salta a la vista tanto como su belleza.
 Cerca de los 60 años, que cumplirá en marzo, cercana y muy sonriente, no oculta la alegría por su vuelta ni las razones de su ausencia.
 Más allá de criar a sus hijos —Roan, Laird y Quinn—, también ha superado serios problemas de salud.
 “Nunca pensé que sufriría un derrame cerebral [en 2001] que cambiaría mi vida para siempre.
 No sabía si volvería a trabajar, si recuperaría mis funciones... ¡No pude escribir mi nombre durante tres años!”, recuerda la intérprete de Instinto básico.
Sharon Stone: “Me siento muy, muy orgullosa de llegar a los 60”
Perdió la visión del ojo derecho, la sensibilidad en la pierna izquierda y mermó su capacidad auditiva.
 Sufrió ataques y tartamudeaba al hablar, junto a problemas de memoria. 
“Hubo un momento en el que mis posibilidades de sobrevivir no llegaban al 5%”, recalca. “Por eso, cuando me preguntan cómo me siento ante la proximidad de los 60, digo que muy, muy orgullosa de llegar a cumplirlos”.
Stone no ha estado este tiempo mano sobre mano y trabajó en muchos papeles secundarios.
 “Quería trabajos invisibles, desaparecer en ellos y que el público no se diera cuenta hasta los créditos”, comenta sobre su participación en series como Will & Grace o Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales. 
 No quería estar lejos de casa. Hasta le suponía un esfuerzo recordar sus líneas de diálogo. Ahora todo ha cambiado con Mosaic.
  La serie se rodó en dos partes en Park City y Salt Lake City para recrear el ambiente del lujoso resort de montaña en el que se desarrolla la acción de este thriller, que se mueve entre el pasado y el presente.
La serie es la versión televisiva de una historia cuyo germen, titulado The Departure, data de hace tres años, cuando Soderbergh rodó en un día una misma historia contada desde diferentes perspectivas.
 “Esa pluralidad [de puntos de vista] es lo que puedes disfrutar en el móvil si te bajas la aplicación, aunque yo prefiero una pantalla más grande”, explica la actriz sobre la otra forma posible de seguir esta historia.
Soderbergh ofrece desde esa aplicación, que no está disponible en España, una experiencia más personal e interactiva parea seguir la trama.
 “Es un poco como un árbol genealógico, y tú eliges la rama”, describe la actriz.
 En esta acción, Mosaic se extiende hasta las 7,5 horas de duración.
 

Sharon Stone: “Me siento muy, muy orgullosa de llegar a los 60”

Sharon Stone: “Me siento muy, muy orgullosa de llegar a los 60”
Stone se muestra “llena de gratitud” con Soderbergh por haber contado con ella para este trabajo. 
“Rodamos 30 páginas al día, con Steven a la cámara y sin luces. Fue casi teatro.
 No hubo un segundo muerto”, señala.
 El rodaje resultó tan dinámico que apenas hizo una única petición de diva: una silla para poder descansar en una grabación en la que no había camerinos. “Volver al trabajo me fortalece”, insiste.
 La intérprete enfatiza que el cambio que vive Hollywood. “Se rueda más rápido. Todo es digital”, afirma. 
Y, junto a ello, el movimiento para reforzar el papel y el poder de las mujeres en esta misma industria y denunciar los abusos. 
Stone está orgullosa, pero, al tiempo, muestra su cautela.
 Sin miedo al debate y contenta de que las mujeres puedan decir lo que viven y los hombres sepan que sus acciones tienen consecuencias, lanza una pregunta nada inocente:
 “Si Al Franken tuviera el físico de George Clooney, ¿seguiría siendo senador?”, dice sobre el representante demócrata por Minnesota que dimitió en diciembre tras ser acusado de acoso sexual. 
En su opinión, ni la prensa es el lugar “para ser juzgados” ni todo puede ser blanco o negro.
 “El movimiento que vivimos es extraordinariamente válido y necesario, pero no tenemos que ser como los hombres. 
Necesitamos la verdad, pero también la reconciliación”, remata.

 

Los Rivero escapan por fin de la censura.................. Pedro Zuazua

Una edición ilustrada recupera el texto original de la novela de Dolores Medio que ganó el Premio Nadal en 1952.

Ilustración para el libro 'Nosotros, los Rivero'.
Ilustración para el libro 'Nosotros, los Rivero'.

 

La radio se había estropeado y, en aquella habitación realquilada en un piso en la madrileña calle de Bretón de los Herreros, no había otra forma de conocer las noticias.
 A las dos de la madrugada, alguien llamó a la puerta. “¿Es usted Dolores Medio?”, inquirió el visitante. 
“Sí, la misma”, contestó ella. 
“Su novela Nosotros, los Rivero acaba de ganar el Premio Nadal”, le espetó él. 
En ese momento, en Barcelona, los invitados a la cena en el hotel Oriente en el que se fallaba el galardón estaban ya volviendo a sus casas.
 No sin cierto estupor: no era solo que la ganadora no acudiera a la gala a recoger el premio, es que nadie la conocía, ni tan siquiera los miembros del jurado. Era 1952.
“Fue un acto de literatura en estado puro, por parte del jurado y de la autora”, señala la escritora Ángeles Caso, quien ha liderado el proyecto de publicación de la novela íntegra (Libros de la letra azul), con la inclusión de las partes que la censura se llevó por delante y las ilustraciones de Rebeca Menéndez.
 Un trabajo de casi 11 meses que logró dar con el texto original y con una dolorosa sorpresa: la carta en la que Dolores Medio suplicaba que le señalaran los “errores” que había cometido.
 “Hay que ponerse en la piel de la autora. Para ella tuvo que ser una humillación. 
Pero las ganas de publicar, de convertirse en escritora, pesaban más”, matiza Caso.
 Dolores Medio, fallecida en 1996, no quiso hablar nunca de aquella carta, ni de su encontronazo con la censura.

Ilustración para el libro 'Nosotros, los Rivero'.
Ilustración para el libro 'Nosotros, los Rivero'.La novela, que utiliza la técnica de la retrospectiva, tiene mucho de autobiográfica.
 Transcurre en Oviedo entre 1924 y 1934, y narra la vida de Lena Rivero, una niña de familia acomodada que abraza la República con devoción y a la que la Revolución asturiana golpea con fuerza. “Es completamente reprobable”, concluía, subrayado en rojo, el informe del censor.
 “La censura hizo un muy buen trabajo, ya que consiguió cambiar por completo el carácter de la novela”, indica Cosme Marina, presidente de la Fundación Dolores Medio.
 Para su publicación, desaparecieron los sentimientos “moralmente reprobables”, cualquier atisbo de idea política alejada de la norma o de ataque a la iglesia. 
Medio, nacida en Oviedo en 1911, era hija de una familia acomodada y conservadora a la que un incendio y la muerte del padre llevaron a la ruina económica. 
Junto a su madre, su hermana y su tía, alternó diferentes trabajos desde los 14 años al mismo tiempo que estudiaba. Fue maestra rural de la República. 
 La Comisión depuradora del Magisterio le abrió varios expedientes. 
 Frecuentaba el Ateneo y el Centro Obrero en compañía de su novio, un socialista convencido que, tras la Guerra Civil, se casó con una rica campesina de familia franquista.

Con su relato Nina ganó el Premio Concha Espina y comenzó a trabajar en el semanario Domingo, ocupándose del consultorio sentimental. 
Se mudó a Madrid y se matriculó en Educación y en Periodismo. En 1962 estuvo en la cárcel —experiencia que relató en Celda común por participar en una manifestación en apoyo a la huelga de los mineros asturianos. 
“Es un referente para una generación de mujeres que se rebeló, que se sumó a la República y que después sufrió el tremendo paso atrás que fue la dictadura”, explica Caso, que destaca la capacidad de la autora para reflejar, desde un personaje íntimo, toda una época de profundos cambios sociales y políticos. 
También de una mujer que quería ser escritora y que, con todo en contra, lo consiguió.
 Como lo hicieron otras escritoras de su generación: Ana María Matute, Carmen Martín Gaite o Carmen Laforet.
“El papel de Dolores Medio se irá revalorizando con el tiempo. Tanto su importancia literaria como su postura ética y vital, que se mantuvo fiel a los principios”, destaca Marina. Manuel Díaz-Faes, miembro del patronato de la fundación a cargo de la edición hace un símil pictórico:
 “Esta nueva edición consigue devolver a la obra original su brillantez, su modernidad y su compromiso, que le fueron arrebatados a lápiz, tachón y tijera”. 


El Reina Sofía recibe una donación de 600 fotos de la España de los cincuenta

El museo se convierte en referente para el estudio del grupo Afal, renovador de la imagen.

'Vivir en Madrid', fotografía de 1964 tomada por Francisco Ontañón, miembro del grupo Afal.
'Vivir en Madrid', fotografía de 1964 tomada por Francisco Ontañón, miembro del grupo Afal.