Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

31 dic 2016

Mercurio retrógrado..................................... Boris Izaguirre..

La actriz Carrie Fisher junto a Chewbacca, durante el rodaje de la segunda película de Star Wars en 1983. Getty Image

Pertenezco a una generación que creció con un cierto protocolo ante las muertes emblemáticas.
 Algo heredado de generaciones anteriores que se preguntaban dónde estaban el día que murió Marilyn o JFK. 
Yo sí sé dónde estaba el día que murió Michael Jackson: llegando a una fiesta con Paulina Rubio y Topacio Fresh.
 Recuerdo dónde estaba cuando murió Elvis, leyendo el periódico junto a mi mamá.
 Como si recordar dónde estabas vivo cuando un ídolo muere sirviera para entender el cambio y la época que esa muerte significa.
 Pero en 2016, los sobresaltos se han acumulado.
 Y esta semana sobre todo. Primero George Michael, dos días después, Carrie Fisher, la princesa Leia.
 Y al día siguiente, su madre, la actriz Debbie Reynolds. 
 El mundo está cambiando.
 Donald Trump prescindirá de las conferencias de prensa y las sustituirá por Twitter.
 Otra muerte más: los periodistas acreditados de la Casa Blanca tendrán que reinventarse en blogueros.
Estaba en la playa, en agosto, cuando el teléfono anunció que había muerto Juan Gabriel, el mito mexicano de la música. 
 En menos de un segundo otros bañistas se giraban diciéndome: “Ha muerto Juanga”. 
Lo entendí como uno de esos milagros instantáneos de la tecnología, la información vuela y las noticias malas, como siempre, llegan antes que las buenas. 
El martes, Snapchat informó de que estamos en Mercurio retrógrado hasta el 8 de enero, un período propicio para la revisión de cosas que puede llenar dos semanas imprevisibles, en las que se debilita la lógica y hay una sensación de retroceso.
 Vaya, ¿no llevamos ya tiempo así?
 Como todos los planetas están en movimiento hay un momento en el que, visto desde la Tierra, pareciera que Mercurio retrocede. O se detiene.
 Es una ilusión óptica porque, como todo el mundo sabe, en la galaxia nada se detiene.
 O sea que, probablemente, Mercurio retrógrado no es tan asustante como amenaza su nombre.
 Es un poco como 2016, puede que haya sido un año retrógrado, con el triunfo del Brexit y de Donald Trump, pero al final un poquito ilusionante con la noticia de que Jennifer Lopez no vuelve con su ex Marc Anthony sino que sale con Drake, el rapero exnovio de Rihanna, lo que supone un inevitable choque de estrellas de la misma galaxia. 
 
La actriz Debbie Reynolds, en Nueva York en 1959. AP
En esa órbita de cosas y chismes, podríamos empezar a ver la desaparición de nuestros iconos como el principio de una nueva etapa. 
 Mi hermana Valentina y yo acudíamos a un bar en Caracas llamado City Rock, que tenía los primeros monitores con vídeos musicales, para gastar noches enteras emulando los movimientos de George Michael. 
Años después, Carlos Latre hizo realidad uno de mis sueños al vestirme de princesa Leia en uno de sus especiales de humor, convirtiendo el célebre peinado de la princesa guerrera de La Guerra de las Galaxias en un guiño a los peinados que llevan las falleras. 
  Pero reconozco que lo que más me gustaba de Carrie Fisher era su vida como una auténtica princesa de Hollywood que en su desarmada infancia tuvo que ver cómo la mejor amiga de sus padres, Elizabeth Taylor, viuda y desconsolada, conseguía que su papá se divorciara de su mamá para casarse con ella.
 Quizás como el resultado de otro Mercurio retrógrado.
 Son las historias de Hollywood con las que crecí.
 Verdaderos culebrones, que es en lo que se ha convertido la saga de La Guerra de las Galaxias.
Me gustaría recordar, sin tanto merchandising y más amablemente, este 2016 como el año del “compiyogui”, un término relajante que se puso de moda al hacerse público un chat de WhastApp privado de los entonces príncipes de Asturias con un amigo implicado en el caso conocido como Púnica.
 El láser de la Casa Real fulminó ese chat (y esa amistad), pero el término perduró y pasó a ser un modismo simpático. 
Y ahora mis amigos millennials me llaman compiyogui, porque combina ese punto de ingenuidad con salero tecnológico.
 Después de eso también resultará inevitable recordar este año como el del surgimiento galáctico de Alba Carrillo, la vengadora del matrimonio o la heroína del divorcio, que no ha parado de crecer como estrella mediática.
 Ha cerrado el año con una entrevista con Terelu en la que le pidió trabajo en el programa de su mamá y regaló una nueva perla: “Mentalmente, he pasado página”. 
Ante todas las verdades que nos ha arrojado 2016 a la cara, esa tiene que ser nuestra actitud: mentalmente, pasar página.

El año de la inflexión feminista..........................Isabel Valdés..


Michelle Obama, durante uno de sus discursos de campaña en New Hampshire, en octubre de 2016. JIM COLE (AP) / VÍDEO: REUTERS-QUALIT

El mundo cambia y lo hace a la velocidad de la luz. Inaugurado con la caída de las Torres Gemelas, el siglo XXI ha acelerado un proceso que venía anunciándose, la globalización, ya irreversible. Y la globalización nos ha traído el efecto espejo: allí donde mires está el otro, de otra etnia, de otro estrato social, en otra circunstancia, pero al fin y al cabo un otro que eres tú. Hoy todos somos el niño Aylán varado en una playa, los subsaharianos escalando la cortante valla de Melilla... y todos somos también Malala, la adolescente tiroteada en Pakistán por querer estudiar. 
Si el feminismo es hoy una causa común es gracias a la globalización.
Los grandes problemas de siempre —éticos, sociales, económicos, sanitarios, culturales y ambientales— han sido centrifugados y forman ahora un conglomerado que más que nunca sabemos que solo arreglará una solución global. 
El tiempo de la parcelación ha tocado a su fin y la tercera ola del feminismo —esta que estamos viviendo desde los años 90— se integra en una marejada formada por olas de lucha por la justicia social, combate contra la pobreza, defensa del medio ambiente...
 De ahí que las voces a favor del feminismo y de su causa principal —la equidad de género— vengan de lugares distintos y se repliquen a lo largo y ancho del globo como en una gran partida de ecos. 

Si en medio de las revoluciones árabes las mujeres son violadas, las occidentales cierran filas en torno en defensa de una ley del aborto digna; si las profesionales del cine de Hollywood claman contra la brecha salarial, los medios de comunicación redoblan su interés por diagnosticar las hechuras del techo de cristal; si Chimamanda Ngozi Adichie escribe en defensa de la condición de las mujeres (Todos deberíamos ser feministas), los países nórdicos convierten su libro en lectura obligatoria y así sucesivamente. 
Ya no se puede escapar del combate feminista: el feminismo ha salido a la plaza pública de la aldea global.
En 2009 la BBC en urdu empezó a publicar en forma de blog el diario que llevaba una joven pakistaní, hija de un maestro que dirigía una escuela para niñas. 
Narraba por entregas cómo los talibanes se apoderaban progresivamente de su mundo: había que evitar el uso de los colores llamativos, esconder los libros, dejar de escuchar música. Incluso el New York Times se fijó en esa valiente y le dedicó un documental —Class Dismissed: Malala's story—, en el que esta denunciaba las crecientes dificultades para asistir a clase y su deseo de convertirse en médico.
 Un día Malala se levantó, cogió sus libros y subió al autobús que la llevaba a la escuela. 
Eso sucedía en el valle de Swat, al noroeste de Pakistán. 
Un fanático le descerrajó un tiro en plena cara y salió viva de milagro. 
Tenía entonces 14 años y el atentado conmocionó al mundo. A los 17 le concedieron el Premio Nobel de la Paz por defender el derecho de las mujeres a la escolarización. 
Fue el Premio Nobel más joven de la historia y se convirtió en un icono en la defensa de las mujeres.

Malala vista por la ilustradora Isabel Ruiz.
Mafalda gritaba en una viñeta: "Paren el mundo que me quiero bajar", pero el mundo seguía girando y bajarse resultaba imposible. Hoy gira más deprisa que nunca, con todos los riesgos que eso conlleva y que ha analizado entre otros Paul Virilio. Vemos en directo en televisión como naufragan las pateras en un Mediterráneo convertido en cementerio, se suprime aranceles y se anuncian tratados de libre comercio. Ya nada de lo que sucede lejos nos es ajeno porque el concepto de cerca y lejos se ha transformado. 
El contagio de la concienciación feminista ha sido una de sus consecuencias. Posiblemente podemos hablar, finalmente, de un feminismo universal.
Después de siglos de idas y venidas, de avances y retrocesos, de tragedias atroces, el ojo vigilante del big brother acecha y nos conmina a la no indiferencia.
 Se hace imposible ignorar, rehuir, soslayar. 
Estamos condenados a la conciencia colectiva de que hablaba el sociólogo Durkheim, un organismo con vida propia que anida en las conciencias individuales , pero alienta más allá de estas.
 Una fuerza unificadora que asimila las luchas pasadas a las urgencias presentes y deja de restar para sumar.
 Tras innumerables resistencias, tras muchas luchas y muchas batallas perdidas, se impone la necesidad de incorporar la alteridad, y así la empatía, la solidaridad, se convierten en el único camino, ya no hay otro.
La tercera ola feminista bautizada por Rebecca Walker, que se ha querido rebautizar como postfeminismo, se ha traducido en un feminismo global que ha venido para quedarse y para triunfar. Podemos girar la espalda a la pobreza, los desahucios, las migraciones forzadas, la violencia de género, pero las cámaras, los teléfonos móviles y las redes sociales se encargarán de recordárnoslo. 
También la desigualdad de género y las muchas afrentas que conlleva pueden tratar de ocultarse debajo de la alfombra global, pero acaban saliendo a la superficie.
Hay quien dice que la palabra clave del 2016 ha sido solidaridad y que ahora llega al tiempo de llevarla a la práctica.
 En el emotivo discurso que en septiembre de 2014 otra joven empoderada, la actriz Emma Watson, pronunció como embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres, les dijo a los hombres que la igualdad de género también era su problema.
 Hombres y mujeres saben hoy, sin excusas, que del problema solo se espera una feliz solución y que ellos y ellas son los que deben alcanzarla.

Qué llevaremos en 2017................................ Begoña Gómez Urzaiz......

De la estética de los ochenta al regreso de las chanclas, sin olvidar el chándal, y la importancia de las tendencias en la Red.


De izquierda a derecha: diseños de Michael Kors, Gosha Rubchinskiy y de Creatures of Comfort

 

El año que empieza tiene varias citas marcadas en rojo en el calendario. 
El 10 de febrero se verá en la Semana de la Moda de Nueva York el primer desfile de Raf Simons para Calvin Klein, con las colecciones de hombre y de mujer en la misma pasarela.
 ¿O hará prendas agender, siguiendo la tendencia imparable a borrar las fronteras de género en la moda? Más tarde, el primer lunes de mayo, se inaugurará la exposición que el Metropolitan dedicará a Rei Kawakubo, la visionaria creadora japonesa detrás de Comme des Garçons. 
Será interesante ver cómo esta intelectual alérgica a las fotos lidia con el circo mediático que implica la famosa gala. 
Al margen de los eventos, ya hay indicios de cómo se vestirá en las calles (y en las redes) en 2017.

Los ochenta en modo kitsch. Cuando presentó su colección crucero en verano, Marc Jacobs se postuló ya para tener la sudadera más instagramizada de 2017.
 Las hizo en colores primarios con el logo primitivo de MTV bordado en la pechera.
 Su línea, inspirada en los bailes de instituto y la estética videoclipera de aquella década —estampado de tigre mezclado con cuadrícula de ajedrez, por ejemplo— tiene muchos números para estar entre las más copiadas.
Streetwear emergente. 2016 fue el año en el que firmas como Thrasher o Supreme saltaron de su núcleo original, de patinadores y enterados, al circuito más comercial. 
En 2017 la mirada está puesta en otras marcas más pequeñas como Mr. Completely, favorita de Rihanna y The Weeknd, con sus cazadoras tipo bomber de borde deshilachado, o Petals and Peacocks. Su sudadera con la palabra fries (patatas fritas) escrita con la tipografía de la serie Friends está muy buscada.
 
Tejano con parches. Stella McCartney, DKNY y Gucci (que sigue ejerciendo una influencia mayúscula) llevan un tiempo insistiendo en que el vaquero, en pantalones, chaquetas y camisas, se lleva adornado con parches y aplicaciones y ahora la idea llega a las marcas masivas y a los especialistas del sector. Levi’s, por ejemplo, firma una colección con la emergente Off-White. 
La consigna es: aunque la prenda cueste 600 euros, debe parecer hecha en casa con la plancha una tarde de domingo.

Verde y mostaza. Pantone ha decretado que su tono 15-0343 es el del año, un verde como el de los guisantes de primavera, visto en colecciones de Kenzo, Pucci o Sies Marjan. 
El color, dice la marca, representa “unidad y comunidad”.
 Claro que el 2016, el rosa cuarzo, debía estar marcado por la “serenidad” y no ha sido el caso. Al margen de Pantone, repuntan el amarillo y el mostaza.
Chanclas de velcro. Si el año que termina vio el auge de una prenda tan improbable como la zapatilla de piscina peluda, gracias a Rihanna y sus Fenty para Puma, en el que viene los hombres llevarán versiones de lujo de las chanclas de velcro.
 Por lo menos si se salen con la suya Louis Vuitton y Prada.
 Nuevos gestos. Con el auge del diseñador-estilista, queda claro que lo importante no es qué se lleva sino cómo se lleva. 
Si en los últimos meses se impuso el abrigo de plumas caído y con los hombros al descubierto —como manda Balenciaga— o la camisa abrochada en la espalda, ahora será el momento de adoptar nuevos gestos, como ponerse un solo pendiente —muy exagerado y casi rozando la clavícula— o llevar otra vez el bolso en bandolera pero a la altura de las costillas y no de la cadera.
 Esto último se vio en el desfile de la firma neoyorquina al alza Creatures of Comfort y ya lo han adoptado muchas estrellas de la fotografía callejera de moda.

El mítico Camelot del rey Arturo emerge desde la leyenda

La policía vaciará la Puerta del Sol tres horas antes de las campanadas

Los únicos puntos de acceso estarán en Mayor, Arenal, Alcalá y Carrera de San Jerónimo.

Control policial para acceder anoche a la Puerta del Sol. REUTERS

Los ensayos que se hicieron ayer de las campanadas de Nochevieja en la Puerta del Sol sirvieron además para probar las medidas de seguridad. 
Unas estrictas medidas que incluyen, por ejemplo, el cierre a las 21.00 horas de todos los accesos a la plaza, tanto a pie como desde las estaciones del metro y cercanías.
 A partir de ese momento, solo se podrá acceder a ella por los puntos controlados de la calles Mayor, Arenal, Alcalá y Carrera de San Jerónimo.
 Esto facilitará que no se supere el aforo máximo que ha establecido el Consistorio: 25.000 personas.

Las medidas de seguridad en la Puerta del Sol para celebrar las campanadas de Nochevieja son un complicado engranaje en el que intervendrán más de 800 agentes (la mitad Policía Nacional; la otra mitad, Municipal) y arrancará a las 21.00 horas.
 En ese momento, cuando se cierren las bocas de las estaciones de cercanías y las de metro (las seis estaciones de BiciMAD se habrán cerrado horas antes, a las 18.00), procederán a vaciar completamente la plaza.
Cuando se haya terminado esa operación, en torno a las 21.30, las personas que quieran comerse las uvas frente al reloj de la Real Casa de Correos o quieran llegar a alguno de los bares o restaurantes de la plaza, solo podrán entrar por uno los cuatro puntos habilitados para ello: en las calles Mayor, Arenal, Alcalá y la Carrera de San Jerónimo.
 El resto de calles que desembocan en Sol (Correo, Carretas, Montera, Carmen y Preciados) se quedarán expeditas, como vías de evacuación, que estarán este año por primera vez señalizadas con cartelería vertical.
 
Control policial para acceder anoche a la Puerta del Sol. REUTERS
Los ensayos que se hicieron ayer de las campanadas de Nochevieja en la Puerta del Sol sirvieron además para probar las medidas de seguridad. Unas estrictas medidas que incluyen, por ejemplo, el cierre a las 21.00 horas de todos los accesos a la plaza, tanto a pie como desde las estaciones del metro y cercanías. A partir de ese momento, solo se podrá acceder a ella por los puntos controlados de la calles Mayor, Arenal, Alcalá y Carrera de San Jerónimo. Esto facilitará que no se supere el aforo máximo que ha establecido el Consistorio: 25.000 personas.
Las medidas de seguridad en la Puerta del Sol para celebrar las campanadas de Nochevieja son un complicado engranaje en el que intervendrán más de 800 agentes (la mitad Policía Nacional; la otra mitad, Municipal) y arrancará a las 21.00 horas. En ese momento, cuando se cierren las bocas de las estaciones de cercanías y las de metro (las seis estaciones de BiciMAD se habrán cerrado horas antes, a las 18.00), procederán a vaciar completamente la plaza.
Cuando se haya terminado esa operación, en torno a las 21.30, las personas que quieran comerse las uvas frente al reloj de la Real Casa de Correos o quieran llegar a alguno de los bares o restaurantes de la plaza, solo podrán entrar por uno los cuatro puntos habilitados para ello: en las calles Mayor, Arenal, Alcalá y la Carrera de San Jerónimo. El resto de calles que desembocan en Sol (Correo, Carretas, Montera, Carmen y Preciados) se quedarán expeditas, como vías de evacuación, que estarán este año por primera vez señalizadas con cartelería vertical.
Los puntos de acceso estarán controlados por la policía y por miembros de protección civil. 
Estos últimos formarán un primer cinturón de control cuya misión será asegurar que el número de personas que entren a la Puerta del Sol no supere el aforo máximo decidido por el Ayuntamiento: 25.000 personas, lo que supone 2,6 por metro cuadrado.
En un segundo control, la policía revisará las bolsas y las mochilas y hará cacheos corporales superficiales a los asistentes. 
Los agentes tienen instrucciones de intervenir objetos peligrosos como petardos, bengalas, envases de vidrio, palos y otros objetos contundentes.
En el momento en el que se alcance la cifra de 25.000 asistentes, se cerrarán los accesos. A la vez, cuatro patrullas de la unidad de Atención al Turismo indicarán a través de paneles LED colocados en la calle Mayor, Sevilla, plaza del Callao y plaza de Jacinto Benavente el mensaje: “Accesos a Puerta del Sol cerrados”.
Durante toda la celebración, los servicios de emergencias del SAMUR tendrán en la calle a 40 personas y ocho unidades móviles. Habrá también servicios de bomberos, unidades de guías caninos y de subsuelo. Asimismo, la zona estará controlada por un helicóptero de la Policía Nacional. El centro de coordinación de todo el operativo estará instalado, al igual que el año pasado, en la sede de la Comunidad, en la misma Casa de Correos.
Parece  que hay una amenaza real, no creo que tanta protección sea gratuita ¿Y en las demás Comunidades?

 

Alfred Hitchcock o la perturbación social del talento..................... Jesús Mota

Construyó sus películas sobre un talento peculiar e intransferible e impuso ese talento a una industria que reconocía pocas excepciones.

Fueron los mismos críticos que definieron a John Ford como fascista mataindios quienes se regodearon en presentar a Alfred Hitchcock como un saltimbanqui o un funambulista
 Uno y otro fueron el blanco favorito de ilustres politólogos o sociólogos, imbuidos de su propia importancia y reconvertidos (¿a su pesar?) en analistas fílmicos.
 Es de suponer que tal hostilidad ha desaparecido; si no del todo, está soterrada por el tiempo transcurrido desde que ambos murieron y la evidencia de que si el cine es una forma artística se debe a que personalidades como ellos llevaron al límite la capacidad de expresión del producto industrial. 
Más lejos nadie ha ido todavía.

La exposición sobre Hitchcock en la Fundación Telefónica nos recuerda que el director inglés construyó sus películas sobre un talento peculiar e intransferible.

 Impuso ese talento a una industria que reconocía pocas excepciones. 

Para que se entienda, ni Michael Curtiz ni Victor Fleming, por poner dos ejemplos, pudieron rodar sobre el pilar exclusivo de su visión cinematográfica; 

Hitchcock sí. Lo consiguió porque ese talento, que le permitió construir cada secuencia y cada plano (o sucesión vertiginosa de ellos, Psicosis) con un valor añadido, a veces inconmensurable, sobre el guion (compruébese, entre innumerables ejemplos, el plano, sencillo y angustioso, de Cary Grant e Ingrid Bergman debatiendo sobre sus aterradoras inhibiciones en Encadenados) conectó intensamente con los espectadores y se hizo valer a sí mismo.

 

Hitchcock no solo refulge en las secuencias de virtuoso convertidas ya en lugar común del cine.
 ¿Quién se resistirá al movimiento de cámara en Encadenados desde una panorámica general a la mano donde Ingrid Bergman guarda la llave, o al ataque del avión fumigador a Cary Grant en Con la muerte en los talones, o al desasosegante plano del público en el partido de tenis de Extraños en un tren, o a la secuencia del asesinato en la ducha de Psicosis, o al travelling de retroceso en Frenesí?
 Pero lo mejor de Con la muerte en los talones está en la conversación de los protagonistas en el vagón restaurante, lo que impresiona de Psicosis es la semisonrisa giocondiana de Tony Perkins (un sencillo encuadre sostenido) mientras observa cómo se hunde en el pantano el coche de Janet Leigh, lo que importa en Vértigo es la reacción de Jimmy Stewart ante una Kim Novak fetichizada y lo que horroriza en Falso Culpable es esa mirada de Henry Fonda a sus propios pies cuando ha sido encarcelado.
Acosaba a sus actrices, dicen; maltrataba a los actores, aseguran; no era simpático, presumen (“Nuestros directores acostumbran a llevar corbata”, apostrofó fríamente a William Friedkin cuando este rodaba un episodio de La hora de Alfred Hitchcock), y desconfiaba de los guionistas (“Ahí está otra vez ese gordo intentando bajar de la limusina”, bramaba Raymond Chandler cuando el gordo venía a atornillarle por el guion de Extraños en un tren). 
Pero si alguien ha rodado películas como La ventana indiscreta o Los pájaros tiene que exhibir algún tipo de tormento asocial. 
Son los costes o las externalidades del talento.
 

La policía detiene por asesinato a la esposa del embajador griego en Río de Janeiro

Junto a la esposa de Kyriakos Amiridis ha sido arrestado un policía militar con el que tenía una relación amorosa, según las investigaciones.

Imagen del coche del embajador mostrada por la TV Globo. VANDERLEI ALMEIDA (AFP) / VÍDEO: REUTERS-QUALITY

Lo que en principio parecía un homicidio a manos de delincuentes comunes —el hallazgo de un cadáver carbonizado dentro de un coche— se ha transformado en un crimen pasional, con implicaciones diplomáticas internacionales como telón de fondo. La víctima, el embajador de Grecia en Brasil, Kyriakos Amiridis, de 59 años, que había desaparecido en Río de Janeiro el lunes, fue víctima según la policía de un “crimen pasional” en el que están implicados su esposa y el amante de esta, un policía militar.
El descubrimiento, el miércoles, de un coche con la misma matrícula y características que el vehículo alquilado por Amiridis días antes, y la posterior identificación del cadáver carbonizado en su interior como el del diplomático, llevó a una rápida investigación que condujo a la detención de la esposa, su amante y un tercer sospechoso, implicado por este último.
La clave de la rápida resolución del caso fue un mueble: el sofá de la casa de Nova Iguaçú, región metropolitana de Río donde Amiridis y su esposa pasaban las vacaciones de Navidad, en el que la policía encontró varias manchas de sangre que acabaron por diluir la versión de la brasileña Françoise Amiridis al denunciar la desaparición de su marido. 
Un trámite en el que, además, se demoró 48 horas.
Según la denuncia de la mujer, Amiridis salió de la casa familiar la noche del lunes.
 Conducía un Ford Ka alquilado, no dijo adónde iba y no volvió a dar señales de vida. La División de Homicidios de la Baixada Fluminense, un territorio violento y abandonado por los poderes públicos, trabaja con la hipótesis de que el embajador nunca llegara a salir de casa por su propio pie y fuera asesinado en su casa.
 Las cámaras de seguridad grabaron al policía militar, Sergio Gomes Moreira, de 29 años, sacando de la residencia familiar un bulto que colocó en el coche del diplomático. 
Según los agentes, es muy probable que fuera el cuerpo de Amiridis, sobre todo porque Moreira confesó el asesinato e involucró además a otra persona. 
Un tribunal decretó la prisión temporal para los tres detenidos, la pareja de amantes y su cómplice.

Relación extraconyugal

Los investigadores sostienen que Françoise Amiridis, de 40 años, casada desde hace 15 años con el diplomático y con una hija de diez, mantenía una relación extraconyugal con Moreira, y que tramó con este el asesinato de su esposo. 
La mujer negó en un principio su participación en el asesinato, pero sí admitió que tenía una aventura con el policía militar.
 La viuda relató que sufría malos tratos por parte de Amiridis.
La carrera diplomática de Amiridis, formado en Derecho, comenzó en 1985, cuando fue nombrado agregado diplomático en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Atenas.
 Antes de asumir el cargo en Brasilia, en enero, fue embajador general durante cuatro años en Libia. De 2001 a 2004 fue cónsul de Grecia en Río de Janeiro.
 Amiridis era un apasionado de Río de Janeiro y solía pasar ahí sus días libres, donde vive la familia de su mujer.
 Nova Iguaçu, donde Amiridis estaba de vacaciones y donde el vehículo fue encontrado, no es un destino tradicional de ocio en Río de Janeiro.
El municipio, de cerca de 800.000 personas, es una de las 13 ciudades que integran la Baixada Fluminense, con 3,7 millones de habitantes y donde de enero a noviembre de este año se registró más del 40% de todos los homicidios del Estado de Río.



 

 

30 dic 2016

EL PAÍS, en las imágenes de sus fotógrafos

Un repaso a 40 años de fotoperiodismo, a través del trabajo de los fotógrafos de EL PAÍS, desde la fundación del periódico, en mayo 1976.

El niño Daniel Rivas es llevado a hombros por su padre en la primera gran manifestación de la democracia, celebrada en la calle de Preciados de Madrid, el 22 de junio de 1976, en protesta por la carestía de la vida.

El niño Daniel Rivas es llevado a hombros por su padre en la primera gran manifestación de la democracia, celebrada en la calle de Preciados de Madrid, el 22 de junio de 1976, en protesta por la carestía de la vida.


Dolores Ibárruri, La Pasionaria, y Rafael Alberti, diputados del PCE, en el Congreso durante la constitución de las Cortes constituyentes, el 13 de julio de 1977.

Dolores Ibárruri, La Pasionaria, y Rafael Alberti, diputados del PCE, en el Congreso durante la constitución de las Cortes constituyentes, el 13 de julio de 1977.

Funeral por los cinco abogados laboristas asesinados en su despacho de la calle de Atocha, 55, en Madrid, en enero de 1977, en una atentado terrorista perpetrado por la extrema derecha.

Funeral por los cinco abogados laboristas asesinados en su despacho de la calle de Atocha, 55, en Madrid, en enero de 1977, en una atentado terrorista perpetrado por la extrema derecha.


El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, solo en el banco azul del Gobierno en el Congreso de los Diputados, el 25 de septiembre de 1979. En marzo había ganado por segunda vez las elecciones.

 El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, solo en el banco azul del Gobierno en el Congreso de los Diputados, el 25 de septiembre de 1979. En marzo había ganado por segunda vez las elecciones.

Una explosión en las conducciones de gas propano de la calefacción del grupo escolar Marcelino Ugalde de la localidad de Ortuella (Bizkaia) causó el 23 de octubre de 1980 la muerte a 48 niños y tres adultos y dejó heridas a otras 49 personas. La mayoría de los fallecidos eran alumnos del colegio de los primeros cursos de la antigua EGB.

Una explosión en las conducciones de gas propano de la calefacción del grupo escolar Marcelino Ugalde de la localidad de Ortuella (Bizkaia) causó el 23 de octubre de 1980 la muerte a 48 niños y tres adultos y dejó heridas a otras 49 personas. La mayoría de los fallecidos eran alumnos del colegio de los primeros cursos de la antigua EGB.  


Los periodistas que cubrían la información del intento de golpe de Estado del 23-F de 1981 leen en las escaleras del Hotel Palace la edición extraordinaria de El País donde se ratificaba su compromiso con la Constitución. Los periodistas que cubrían la información del intento de golpe de Estado del 23-F de 1981 leen en las escaleras del Hotel Palace la edición extraordinaria de El País donde se ratificaba su compromiso con la Constitución.

Juan Carlos I recibe el27 de octubre de 1982 a los líderes de los partidos parlamentarios en la jornada de reflexión de las elecciones. En la imagen, en sentido contrario a las agujas del reloj, aparecen Xabier Arzalluz, Landelino Lavilla, Adolfo Suárez, Felipe González, Santiago Carrillo (al que el Rey entrega un cenicero), Miquel Roca y Leopoldo Calvo Sotelo. Juan Carlos I recibe el27 de octubre de 1982 a los líderes de los partidos parlamentarios en la jornada de reflexión de las elecciones. En la imagen, en sentido contrario a las agujas del reloj, aparecen Xabier Arzalluz, Landelino Lavilla, Adolfo Suárez, Felipe González, Santiago Carrillo (al que el Rey entrega un cenicero), Miquel Roca y Leopoldo Calvo Sotelo.

Alfonso Guerra levanta la mano de Felipe González en la ventana del hotel Palace de Madrid para celebrar la victoria del PSOE en las elecciones del 28 de octubre de 1982.  (Ellos nos recuerda a Podemos)Alfonso Guerra levanta la mano de Felipe González en la ventana del hotel Palace de Madrid para celebrar la victoria del PSOE en las elecciones del 28 de octubre de 1982.

Manifestación anti-OTAN celebrada en Madrid el 10 de marzo de 1986, el mismo día en que se cerró la campaña del referéndum para la incorporación de España a la alianza. Dos jóvenes gritan asomados a la ventanilla de un coche con carteles de “OTAN no, bases fuera”. Manifestación anti-OTAN celebrada en Madrid el 10 de marzo de 1986, el mismo día en que se cerró la campaña del referéndum para la incorporación de España a la alianza. Dos jóvenes gritan asomados a la ventanilla de un coche con carteles de “OTAN no, bases fuera”.


Carmen Cervera y su marido, Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, en una de las salas de su pinacoteca particular en Villa Favorita, en Suiza, el 15 de mayo de 1986.

Carmen Cervera y su marido, Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, en una de las salas de su pinacoteca particular en Villa Favorita, en Suiza, el 15 de mayo de 1986.

Manifestación de estudiantes que tuvo lugar el 23 de enero de 1987 durante las jornadas reivindicativas que para paralizaron una semana la enseñanza media en España en protesta por la selectividad y las tasas universitarias. Manifestación de estudiantes que tuvo lugar el 23 de enero de 1987 durante las jornadas reivindicativas que para paralizaron una semana la enseñanza media en España en protesta por la selectividad y las tasas universitarias.


Una tertulia el 1 de abril de 1989 en el madrileño Café Gijón, lugar de reunión habitual de literatos, pensadores y artistas.

Una tertulia el 1 de abril de 1989 en el madrileño Café Gijón, lugar de reunión habitual de literatos, pensadores y artistas.

El alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, abre el 24 de septiembre de 1988 la puerta de su despacho a Cobi, la mascota que diseñó Javier Mariscal para los Juegos Olímpicos de Barcelona que se celebrarían cuatro años después.

El alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, abre el 24 de septiembre de 1988 la puerta de su despacho a Cobi, la mascota que diseñó Javier Mariscal para los Juegos Olímpicos de Barcelona que se celebrarían cuatro años después.

Dos jóvenes se besan frente a los restos al Muro de Berlín el 15 de noviembre de 1989, seis días después del comienzo de la caída de la frontera física entre las dos Alemanias.

Dos jóvenes se besan frente a los restos al Muro de Berlín el 15 de noviembre de 1989, seis días después del comienzo de la caída de la frontera física entre las dos Alemanias.


Los artífices de los Juegos Olímpicos de Barcelona reman juntos. De atrás a adelante, Carlos Ferrer Salat, Joan Miquel Abad, Narcís Serra, Pasqual Maragall, Jordi Pujol y Juan Antonio Samaranch en el Puerto Olímpico de Barcelona el 24 de julio de 1992.

Los artífices de los Juegos Olímpicos de Barcelona reman juntos. De atrás a adelante, Carlos Ferrer Salat, Joan Miquel Abad, Narcís Serra, Pasqual Maragall, Jordi Pujol y Juan Antonio Samaranch en el Puerto Olímpico de Barcelona el 24 de julio de 1992.

La infanta Elena y Jaime de Marichalar saludan a la multitud concentrada en las calles de Sevilla, a su salida de la catedral tras su boda el 18 de marzo de 1995.

La infanta Elena y Jaime de Marichalar saludan a la multitud concentrada en las calles de Sevilla, a su salida de la catedral tras su boda el 18 de marzo de 1995.  

Estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid se manifiestan el 15 de febrero de 1996 en el campus con las manos pintadas de blanco en protesta por el asesinato por ETA del catedrático y expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente.

Estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid se manifiestan el 15 de febrero de 1996 en el campus con las manos pintadas de blanco en protesta por el asesinato por ETA del catedrático y expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente.  

 

El funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara llega a su domicilio en Burgos junto a su esposa, Domitila, el 1 de julio de 1997 después de pasar 532 días secuestrado por ETA. El funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara llega a su domicilio en Burgos junto a su esposa, Domitila, el 1 de julio de 1997 después de pasar 532 días secuestrado por ETA.
Voluntarios recogen chapapote en la Costa da Morte (Galicia) el 6 de diciembre de 2002. El naufragio del petrolero Prestige causó uno de los mayores desastres naturales en la historia de España. La marea negra afectó a 2.000 kilómetros de costa y movilizó a miles de voluntarios.
Miles de personas se manifiestan el 15 de febrero de 2003 en Madrid en contra de la intervención militar de Estados Unidos en Irak, apoyada por el Gobierno español de José María Aznar.

Miles de personas se manifiestan el 15 de febrero de 2003 en Madrid en contra de la intervención militar de Estados Unidos en Irak, apoyada por el Gobierno español de José María Aznar.

Vagón reventado por una de las explosiones ocurridas la mañana del 11-M de 2004 en cuatro puntos de la red de Cercanías de Madrid. Fallecieron 193 personas y hubo cerca de dos mil heridos.

 Vagón reventado por una de las explosiones ocurridas la mañana del 11-M de 2004 en cuatro puntos de la red de Cercanías de Madrid. Fallecieron 193 personas y hubo cerca de dos mil heridos.

Foto 9 de 30
Felipe de Borbón y Leticia Ortiz pasan por el arco de sables de los compañeros de promoción del príncipe tras su boda en la catedral de la Almudena, de Madrid, el 22 de mayo de 2004.

Felipe de Borbón y Leticia Ortiz pasan por el arco de sables de los compañeros de promoción del príncipe tras su boda en la catedral de la Almudena, de Madrid, el 22 de mayo de 2004.  


Iker Casillas, portero y capitán de la selección española, levanta el 11 de julio de 2010 la copa del mundo después de que España se proclamara ganadora del Mundial de fútbol de Sudáfrica tras derrotar a Holanda por 1-0 en el estadio de Johannesburgo. En la imagen, con bufanda blanca, aparece el entonces presidente la FIFA, Joseph Blatter. A su izquierda está Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica.

Iker Casillas, portero y capitán de la selección española, levanta el 11 de julio de 2010 la copa del mundo después de que España se proclamara ganadora del Mundial de fútbol de Sudáfrica tras derrotar a Holanda por 1-0 en el estadio de Johannesburgo. En la imagen, con bufanda blanca, aparece el entonces presidente la FIFA, Joseph Blatter. A su izquierda está Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica.

Una joven se manifiesta en contra de las privatizaciones de hospitales y de los recortes en la sanidad el 7 de enero de 2013 en Madrid. Ese año, las mareas blancas reivindicativas pintaban las calles de las principales ciudades muchos domingos.

Una joven se manifiesta en contra de las privatizaciones de hospitales y de los recortes en la sanidad el 7 de enero de 2013 en Madrid. Ese año, las mareas blancas reivindicativas pintaban las calles de las principales ciudades muchos domingos.
Un grupo de 119 inmigrantes que pretendía atravesar el Mediterráneo es rescatado por un barco de Médicos sin Fronteras el 8 de junio de 2016 en aguas internacionales frente a Libia.
Un grupo de 119 inmigrantes que pretendía atravesar el Mediterráneo es rescatado por un barco de Médicos sin Fronteras el 8 de junio de 2016 en aguas internacionales frente a Libia.