Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

28 mar 2014

Oda a la angustia adolescente


Oda a la angustia adolescente

¿Solo nostalgia? Un documental disecciona la simbología que esconde el cine de instituto y las películas de la generación que lo tuvo todo.

Jawbreaker
Matar a la reina de la graduación y construcción de la personalidad: 'Jawbreaker' ('Caramelo Asesion', 1995), con cameos de Marilyn Manson y actuaciones de The Donnas, un clásico del género.
Foto: Cordon Press

22 cosas que no sabías de 'Chicas Malas'. 33 referencias de 'Fuera de Onda' que no pillaste cuando eras adolescente. Qué pasaría si Karen de 'Chicas Malas' tuviese Instagram. ¿Qué personaje serías de 'Empire Records'?
 En un mundo enfangado en la crisis y  en la miseria juvenil más cruda de los últimos años, revisitar los referentes cinematográficos de esa década en la que los chavales lo tuvieron todo es un filón más que apetecible al que Internet y otras plataformas no dudan en prestarse.
Si en España sonreímos al reconocernos en grupos como Yo fui a EGB o con los libros de Popy Blasco, evadirse de los dramas diarios rememorando los diálogos de esa película adolescente que se ha visto millones de veces (y que nunca se cansa de ver) podría parecer un arrebato de nostalgia sin más.
 No lo es para Charlie Lyne, un crítico cultural que con apenas 22 primaveras ya tiene columna en The Guardian y acaba de dirigir y escribir el documental Beyond Clueless, una metapelícula en la que fragmentos de 220 películas del género teen estrenadas entre 1995 y 2004 perfilan el ensayo audiovisual definitivo sobre la angustia adolescente
. O lo que es lo mismo, qué diablos pasó entre Fuera de Onda y Chicas Malas para que los bailes de instituto, la pérdida de virginidad y las graduaciones marcasen a las generaciones que estaban por venir. Un ensayo para probar que, aunque a muchos les pese, hay vida más allá de John Hugues, Molly Ringwald como musa teen de los 80 y los finales épicos con puños en alto y con Simple Minds como banda sonora.
Clueless
'Fuera de onda' (1995). La película que inició, según el director del documental, "la edad dorada del cine adolescente".
Foto: Cordon Press
"Entre 1995 y 2004 fue la etapa dorada del género porque hubo muchísimo material. Hay cientos de películas hechas por diferentes directores, que igual solo dirigieron una o dos cintas, y por, tanto, no pueden ser definidas por ellos, sino por sus tramas y personajes.
 Por supuesto que John Hugues marcó una era, pero los 90 y los principios del 2000 fueron mucho más frescos por la diversidad de títulos disponible", asegura Lyne vía telefónica.
Acaba de volver de proyectar Beyond Clueless en el festival SXSW y siente debilidad por Eurotrip (2004), por eso cuenta que decidió hacer el documental hace un par de años, cuando empezó a revisitar este título y todas las películas que vio durante su adolescencia.
 "Me quedé en shock por el cariño que les tenía, pero a la vez fui consciente de que había muchos mensajes ocultos que en su día no fui capaz de ver.
 Los asumí cuando era un chaval y ahora me parecen siniestros y estrambóticos. Así que lo más fácil para mí fue ponerme a combinar todos estos mensajes y producir una película".
 Dicho y hecho. En enero de 2013 lanza campaña en Kickstarter, sobrepasa las 9.500 libras requeridas para su producción y aporta el valor añadido de tener a Faizura Balk (la recordarán por ser la mala de Jóvenes y Brujas) como narradora de la cinta ("un sueño hecho realidad) y al dúo Summer Camp como compositores de toda la Banda Sonora Original ("me pasé escuchándolos todo el proceso de preproducción y son capaces de desprender el halo que acompaña a la película").
the craft
Faizura Balk, en la esquina de la derecha, es la encargada de poner voz a 'Beyond Clueless'.
Foto: Cordon Press
Durante 120 minutos, Lyne disecciona el universo del género teen con fragmentos de películas como Crueles Intenciones, Empire Records, The Faculty, Sé lo que hicisteis el último verano, 10 razones para odiarte, Kids, El diablo metió la mano, Thirteen, Ghost World, Jeepers Creepers o Alguien como tú, entre varios centenares más.
 Como si de una película de instituto más se tratase, Beyond Clueless está estructurada "como una cinta adolescente: están los primeros días de instituto, la cafetería, la fiesta en una casa, la pérdida de virginidad, el baile de fin de curso y la graduación", explica el director.
Aunque ninguna persona del equipo había hecho un documental antes, Lyne cuenta que "sentíamos la necesidad de hacerlo porque muchísima gente está fascinada por estas películas y nadie escribe o habla mucho de ello"
. El crítico lamenta el "esnobismo" que la crítica suele profesar por el género teen. "Beyond Clueless no es condescendiente con él, sino que trata de descubrir que estas películas ni son menores, o blandas o sin sustancia, como se suele pensar".
Nowhere
'Nowhere' (1997), última parte de 'La trilogía del apocalipsis adolescente' de Gregg Araki, o cómo hacer 'Sensación de Vivir' pasada de ácido.
Foto: Cordon Press
Un ensayo visual sobre ese cine que ve la chavalada que está entre los 14 o los 15 años, "en los años más impresionables de nuestra existencia" y cuando están tratándo de encontrarse a sí mismos. Películas que marcarán a generaciones, y que la crítica, por norma general, reseñará con indignación e incomprensión.
 "Cuando hay confusión entre los adultos al verla, la película ha funcionado.
 Se convertirán en películas que realmente radiografiarán una generación.", apunta Lyne.
Harmony Korine tenía 22 años cuando escribió Kids (Larry Clark, 1995) y escandalizó a medio planeta con ese retrato de púberes skaters, drogatas perdidos y sin prejuicios sexuales.
Casi dos décadas después, muchos de aquellos que veneraron la película que encumbró a Chlöe Sevigny como musa indie por excelencia enarcaban la ceja al ver el espectáculo de bikinis neones de exchicas Disney al ritmo de un bombo machacón de Spring Breakers (Harmony Korine, 2013). "También pasó lo mismo cuando se estrenaron Project X (2012) o Thirteen (2003). Me fascina la conversación que surge alrededor de este tipo de películas que indignan a la sociedad adulta, que trata de buscar lecturas sarcásticas o de mayor profundidad, cuando no deberían hacerlo".
Kids
Sida, drogas, sexo y las calles de Nueva York a mediados de los 90. Larry Clark, con guión de Harmony Korine, quiso revolucionar el género con 'Kids'.
Foto: Cordon Press
Lyne lamenta que solo unos pocos directores como Korine o Gregg Araki tengan las puertas abiertas en los festivales más reputados. "Fuera de Onda o Jóvenes y Brujas nunca consiguieron venderse como películas para entrar en los circuitos de cine más elevados de la cultura, fueron más democráticas y accesibles, pero eso hace que el género sea mucho más encantador.
 Le da un valor añadido". Él ve vida más allá de los directores fetiche. "Puede que Sofia Coppola consiguiese llegar a Cannes con un retrato de ladronas adolescentes que ya se había hecho previamente, pero existen otros nombres interesantísimos como Nima Nourizadeh, que dirigió Project X y que está haciendo proyectos muy reseñables en el mundo del videoclip y en el cine (su próxima cinta la protagonizará Kristen Stewart)".
Para él los mejores diálogos son los de Fuera de Onda, el mejor beso es el lésbico de Crueles Intenciones, el mejor sexo se ve en Soñadores y los mejores personajes son Devon Sawa de El diablo metió la mano y Nancy Dows de Jóvenes y Brujas. Sigue viendo Eurotrip "como medida terapeútica" y se pasa el día escuchando el vinilo de la banda sonora de Empire Records (su novia se lo acaba de regalar un día antes de esta entrevista).
 Solo tiene 22 años, pero ya reconoce que no comprende las nuevas películas teen. "Me he convertido en ese tío que es demasiado viejo como para captar el nuevo rollo adolescente". Está fuera de onda.
Empire Records
Una joven Liv Tyler en 'Empire Records' (1995) o cómo un grupo de amigos intenta salvar una tienda de música.
Foto: Cordon Press

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